Quien ponga en duda que la cancha de Riazor es una de las más difíciles que le pregunte al Real Madrid, son 20 años en los que el equipo Blanco no ha podido ganar en Coruña y este sábado tendrá otra cita con la historia, romper la estadística y seguir al acecho del Barca o un descalabro que le permita al odiado rival respirar más tranquilo. A todo esto hay que sumarle la ausencia de su figura, es prácticamente un hecho que Cristiano Ronaldo no podrá jugar este fin de semana a pesar de los intentos desesperados del equipo Blanco por lograr que le quiten la sanción. El comité deportivo de la Real Federación Española de Fútbol determinara el próximo viernes si es viable la apelación del Real Madrid aunque se ve muy complicado que de dos partido el castigo quede en ninguno.
A todo esto habría que sumarle la ausencia de su máximo goleador en los últimos tiempos, un menospreciado pero efectivo y contundente Higuaín continua resentido de la lesión sufrida hace un par de semanas y se ve lejos que pudiera llegar para este fin de semana. Es aquí donde el eterno capitán levanta la mano, ese que ha salido de la obscuridad tantas veces para salvar a su equipo, ese que lleva tatuado el escudo blanco en el corazón y por el que daría la vida, pide a gritos una oportunidad que podría ser la ultima.
Así llega el Madrid a su cita con la historia, pero serán capaces estos nuevos “Galácticos” sin su máximo estandarte de romper una maldición que ni siquiera verdaderos grandes de la historia del fútbol como Zidane, Ronaldo o Figo fueron capaces de lograr en sus tiempos
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